Un abuelo australiano provocó un enorme susto en una guardería de Bangor al recoger por error a un niño que no era su nieto durante la hora de la siesta, llevándoselo a su casa sin que el personal del centro se percatara del error.
El incidente ocurrió cuando el anciano entró rápidamente en una habitación oscura donde todos los menores dormían, tomó al primero que encontró y lo colocó en el asiento de su coche creyendo que se trataba de su propio nieto.
La madre biológica del niño
recogido por error descubrió la desaparición cuando acudió posteriormente a la
guardería, entrando en pánico al comprobar que su hijo no estaba y que nadie en
el centro había notado su ausencia. Solo después de insistir en revisar las
cámaras de seguridad se descubrió la confusión, revelando que el abuelo de otro
niño había sido el responsable del equívoco.