¿Irías a una boda en la que sí o sí te obligan a pagar el cubierto?

Daría está a punto de cumplir un sueño, darse el «sí quiero» con su marido. Sin embargo, jamás imaginó que le ocurriría lo que hoy nos ha contado: ningún asistente le ha confirmado asistencia.

Hace meses, Daría decidió cobrar un pequeño precio simbólico por cubierto, 25 euros y al mandar las invitaciones pidió confirmación antes de cierta fecha.

El caso es que llega la fecha y volvió a mandar un recordatorio por si a los invitados se les había pasado confirmar, pero su sorpresa fue mayúscula al descubrir que, aun así, nadie lo hizo.

«Solo me contestaron dos amigas cercanas», confiesa, «la mayoría me dejó en visto y aún sigue sin contestarme».

Esto ha provocado un debate en redes acerca de si lo que ha hecho Daría esta bien o no lo está.