Un francés con pocos ahorros pudo costear su boda vendiendo publicidad en su chaqueta a 26 empresas tecnológicas emergentes y convirtiéndose en una especie de valla publicitaria humana. Dagobert Renouf llevaba mucho tiempo soñando con casarse, pero no tenía el dinero suficiente para costear una boda digna. Sin embargo esto no hizo que cancelase su sueño de casarse.
¿Qué hizo? Tiro de redes sociales y en julio, publicó en la red X que había decidido intentar sufragar los gastos de su enlace convirtiendo su traje en una especie de mono de piloto de Fórmula 1. Cualquier empresa dispuesta a promocionar sus productos o servicios podía adquirir un espacio en su chaqueta. Esta acción se viralizo y acabó con 26 marcas ‘encima’ y un ingreso total de casi 9.000 euros.

«Al principio a mi novia no le gustaba la idea, pero luego decidieron aprovechar la oportunidad. » Se han casado hace pocas semanas y no solo le han costeado la boda sino que además ha visto que esto tiene tiron y ha creado una forma de negocio redondo.


