Salvatore Garau es un artista italiano bastante famoso dentro del arte contemporáneo. Tiene 71 años y según su teoría quiere que la gente vea más allá de lo que puede verse. El caso es que con esta premisa ha creado su obra IO SONO
Y es que, a diferencia del resto de sus obras, esta se trata de una escultura invisible que, a pesar de que no se pueda ver ni tocar Garau asegura que sí que existe realmente, simplemente está hecha de «aire y espíritu».
«Escultura inmaterial para colocar en un espacio libre de cualquier estorbo», definió el autor en su certificado de autenticidad Y ahora figura en el resguardo del comprador. Dice que a pesar de ser invisible mide 200 cm x 200 y la ha vendido por 15.000 euros, además, ha manifestado en sus redes que es para darle valor al vacío.


