Puede que no te hayas dado cuenta, pero ese reloj de pared del dormitorio podría estar saboteando tu descanso. Al menos, eso es lo que advierten los expertos en feng shui, la técnica china que busca armonizar los espacios para mejorar el bienestar.
Según esta filosofía, los relojes no deberían colocarse ni en el dormitorio ni detrás de la puerta de entrada. El motivo es sencillo: estos objetos recuerdan constantemente el paso del tiempo, algo que, en zonas pensadas para el reposo o la calma, puede generar ansiedad o tensión.
El feng shui no prohíbe tener relojes, pero sí recomienda elegir bien su ubicación. Los lugares más adecuados serían:
- La cocina, donde la energía dinámica del día a día se alinea con el ritmo que marca el reloj.
- El salón o sala de estar, perfecto para tener la hora a la vista sin alterar la tranquilidad del hogar.
- Los pasillos o zonas de paso, donde el reloj cumple una función práctica sin interferir en el descanso.
Además, los especialistas recomiendan evitar relojes demasiado grandes —porque generan sensación de presión—, no colgarlos muy altos y mantenerlos lejos de la puerta principal. Según el feng shui, colocar un reloj en la entrada puede “acelerar la energía” y hacer que la prisa entre contigo a casa.