La insólita transacción empezó como una broma de un experto en marketing, es te hombre publicó un anuncio ofreciendo 100.000 rublos (1.000 euros) a quien aceptara vender su alma y formalizarlo firmando un contrato con su propia sangre.
No esperaba que nadie aceptara la peculiar oferta, pero para su sorpresa, una mujer de 26 años respondió a su anuncio, declarando su interés en vender su alma.
Karina declaró al popular canal Mash que le importa poco su alma o lo que su nuevo dueño decida hacer con ella. El dinero que recibió se lo gastó en una colección de muñecos Labubu y una entrada para un concierto de la cantante folclórica Nadezhda Kadisheva.

Obviamente, el chico no tenía ni idea de cómo usar el alma humana recién adquirida, ya que lo hizo principalmente como un experimento social