Todo esto ha pasado en una ciudad de China. Una familia compró 90 huevos en el supermercado, los dejó en casa en la cocina para ser más exactos y se fue de vacaciones.
Cuando las vacaciones terminaron regresaron a casa y la sorpresa fue enorme. La mujer asegura que cuando llegaron a la puerta escucharon como el canto de gallinas y cuando se acercó a la cocina comenzó a oír chillidos, pero la sorpresa fue al abrir la puerta, en su cocina había 70 pollitos de gallina.
De acuerdo a la información difundida, de los 90 huevos comprados, resultaron 70 gallinas sanas. Normalmente, «estos huevos no son fertilizados, lo que hace que la eclosión de los polluelos sea un fenómeno extremadamente raro». Se apunta a que las altas temperaturas hayan sido las responsables de crear las condiciones perfectas para el proceso de incubación.
Las gallinas han sido trasladadas a una aldea para recibir los cuidados necesarios.