Una mujer de Kentuchy en EEUU ha publicado una imagen que nos recuerda los peligros de dejar a los pequeños con los teléfonos móviles.
El hijo de Holly, Liam, cursa segundo grado y admitió que había sido un error mientras jugaba con el móvil de su madre. ¿Qué pidió?
Un pedido con 70.000 piruletas, una compra que ascendía a casi 4000 euros. Eran 30 cajas de dulces en su puerta cada una con 2340 piruletas. Inicialmente, Amazon accedió a que devolviera ocho de las 30 cajas, así que empezó a intentar vender las restantes a amigos y vecinos, indica UPI.
Posteriormente, la madre declaró que «tras un largo día de negociación con el banco y conversaciones con algunos medios de comunicación, Amazon la contactó y accedió a reembolsarle la compra completa».