Lo que hace años parecía simple chatarra tecnológica, hoy puede valer una pequeña fortuna. Algunos móviles clásicos, como los antiguos Nokia, Motorola o el primer iPhone, se han convertido en objetos de deseo para coleccionistas, especialmente si se conservan en su caja original.
Según el portal sueco especializado Teksajten, los modelos más cotizados son aquellos que marcaron hitos en la historia de la telefonía. El caso más impactante es el del primer móvil comercializado en 1983, que pesaba casi un kilo: actualmente puede venderse por unos 8.400 euros, y en estado impecable con su embalaje original alcanza hasta 125.000 euros.

Otro modelo codiciado es el primer iPhone de 2007. Mientras que uno usado apenas vale 140 euros, un ejemplar precintado puede superar los 2.000. También se ha revalorizado el Nokia 8110, conocido por su aparición en Matrix; si se conserva con su caja, su valor se triplica.
El Nokia 8800, lanzado en 2005 como un símbolo de lujo, todavía es muy buscado: puede alcanzar los 800 euros, y su versión Sirocco, más exclusiva, supera los 1.260.