Una nueva aplicación francesa llamada Invitin ofrece a cualquier persona la posibilidad de asistir a una boda aunque no conozca a los novios, siempre que pague una entrada.
La app funciona como un sistema de entradas en el que los propios novios fijan el precio, que suele oscilar entre 120 y 500 euros por persona. El lema con el que se presenta es: “La experiencia del matrimonio, reinventada para ser accesible y financiada”. Su fundadora, Katia Lekarsi, asegura que más de 1.500 parejas en Francia ya la han utilizado.
Invitin no se limita a vender entradas: las parejas pueden crear una página personalizada, describir su estilo, elegir los perfiles que desean recibir y organizar un evento que refleje su identidad.